dissabte, 25 d’agost del 2012

La chica del trigo

Siempre soñaba con lo mismo, despertaba en medio de un campo de trigo, enorme y dorado, sin nadie a mi alrededor, sintiendo mi soledad sin tener que inspeccionar el lugar.
Sin abrir los ojos, aspiraba el aire, que olía a otoño y oía a unos pocos pájaros cantar, todos mis músculos se relajaban completamente y mi mente alcanzaba una especie de acolchado de nubes.
Poco a poco, abría mis ojos, de color avellana y me los cubría con la mano para evitar el contacto directo con los rayos del sol. Lentamente, me incorporaba y miraba todo a mi alrededor. Cada grano de trigo, cada palmo de tierra... todo, como si intentara retenerlo en mi memoria para siempre, como si fuera un clavo al que agarrarme en el vacío.
Empezaba a andar con la mente en blanco, simplemente escuchando los pájaros cantar y disfrutando de mi propia soledad, tocando el trigo con las puntas de mis dedos y sintiéndolo como una parte más de mí.
Pero de pronto mi cuerpo se detenía, se congelaba ante una visión repentina, que mi cerebro sabía que antes no se encontraba ahí.
Una chica, derecha y de espaldas a mí, vestida con un traje desmangado blanco, sencillo y liso, no muy alta y con aspecto inofensivo e inocente, me causaba una cierta turbación. El pelo, rubio oscuro y su piel tostada la hacían casi camuflarse entre las espigas. Me acerqué tres pasos hacia ella y poco a poco giró la cabeza. Me quedé paralizado ante la profundidad de esos ojos dorados. Completamente dorados, que analizaban y removían mi alma, inspeccionándola, dejándome desnudo ante ella, y de pronto, entendía lo que los pájaros decían, lo que el sol me pedía y lo que sus ojos me rogaban.
El campo, que tan bello me parecía antes, se me presentaba como una prisión, como la antecámara del fin del mundo.
Los pájaros chillaban, no cantaban, que se les liberase, "de qué?" pensaba yo, "son libres, los humanos los envidiamos por su capacidad de volar, por su libertad!", el sol lloraba, "pero si siempre lo identificamos con la fuerza y la alegría!" pensaba contrariado, y sus ojos... oh... sus ojos mostraban la profundidad del universo, el conocimiento que enloquecería a cualquier ser humano y a la vez, la ternura de una madre que ve a su hijo pequeño, que no se puede defender por si solo.
Ella, despacio, como si tuviera miedo de espantarme, se iba acercando hacia mí, y cuando solo estabamos a un paso de distancia, alargaba el brazo y me tocaba la mejilla derecha, y entonces... lo entendía todo.
Entendía el sufrimiento de la Tierra, su mensaje desesperado y la fatalidad de los hombres. Entendia el grito de las aves, que querían volar más allá, para huir de la catástrofe que se avecinaba, para huir de mi y de mi especie. Entendía las lágrimas del sol, que veía todo lo que nos había dado y como lo habíamos destrozado con tanto placer, como se convulsionaba al ver que no alumbraba, sino ensombrecía, el retroceso de la humanidad y la muerte de la naturaleza, la muerte del pensamiento y el espíritu. Entonces, ella, siempre lloraba, y con su lágrima, nacía un nuevo sol, que se comía el espacio, convirtiéndolo en una reducida sala blanca, que daba paso a mi despertar.
La diferencia entre hoy y todas las veces que lo he soñado es que esta vez, ha sido mi verdadero despertar.

Introducció

"Pasen y vean que el circo está por empezar!"
Escrits en valencià o castellà, eixides mentals que vull compartir. Iniciem:
"Cuando el telón cae, la gente se levanta, el tiempo para pero los gritos empiezan, las palmas se mueven, el aire silba y la función acaba con el rotulo <<Bienvenidos a la pantomima de mi vida>>"